Durante la Edad Media el retorno de la primavera era festejado con ruidosa alegría; mozos y mozas se congregaban alrededor de un frondoso roble y la algazara,  se prolongaba hasta bien avanzada la noche. 
En algunos condados de Inglaterra subsisten todavía reminiscencias de estos ritos medievales.
 El 29 de mayo, fecha del Oakappleday (día de la bellota de roble), todos los habitantes llevan sobre el pecho o en la mano un gajo de roble que conserva su fruto. 

LA PUERTA DE ROBLE EN LA ABADIA DE WESTMINSTER

Un grupo de arqueólogos británicos descubrió que la tradicional puerta de roble que abre y cierra el paso a la octagonal Chapter House, en la Abadía de Westminster, es la más vieja de Inglaterra.

Un detalle un poquitín macabro que le da al descubrimiento cierto cariz mediático, revela que la puerta, construida de un solo roble que, por sus anillos y nudos, se calcula que creció entre los años 924 y 1030, está recubierta de piel humana. Un portavoz de la abadía reveló ayer: "Ya en el siglo XIX se descubrieron restos de tejidos humanos sobre la puerta. La leyenda era que la piel pertenecía a humanos castigados. Los expertos suponen que algún monje medieval cometió un grave pecado en la Abadía y fue flagelado ", agregó el portavoz en una admisión explícita de lo mal que la pasaban los pecadores por aquellos años.

La puerta no estaba ni oculta, ni sellada, ni inutilizada. Por el contrario, se usa todos los días y está en el interior del edificio que se alza muy cerca del parlamento británico con todo el esplendor del gótico. Sólo que nadie se había tomado antes el trabajo de determinar la edad y el origen del portón de dos metros de alto por uno veinte de ancho. Los científicos creen que la puerta fue instalada en el año 1050, cuando reinaba en Eduardo, el Confesor.

Eduardo fue rey de los sajones desde 1042 y fue coronado rey de Inglaterra en 1043. Se enfrentó a los nobles, lo que no habla mal de él, porque lo acusaban de favorecer a los normandos. Eduardo se hizo popular entre 1049 y 1051 por una excención de impuestos que ordenó y selló con su anillo de rey. Como se ve, en materia de impuestos hay muy poco de nuevo bajo el sol.

El proyecto de determinar la edad de la puerta que da a Chapter House, donde los monjes medievales se reunían día a día a la hora de sus plegarias en pleno siglo XIII, costó poco dinero: cinco mil dólares. Y puede parecer una paparruchada, salvo para los súbditos británicos que ahora ven a Westminster con ojos más curiosos. Sobre todo porque los arqueólogos determinaron incluso que el roble que dio origen a la puerta creció en los bosques que eran de la Abadía, "probablemente en el condado de Essex", dijo  con precisión  Warwick Rodwell, uno de los arqueólogos del proyecto que duró tres meses.

Westminster, o Iglesia colegiata de San Pedro en Westminster es el sitio de coronación de los monarcas ingleses.  Fue un santuario en el 616 después de que un pescador del Támesis juró que se le había aparecido San Pedro.

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 EL ROBLE DE ROBIN HOOD

Las leyendas más populares dicen que Robin Hood fue un noble desposeído que les robaba sus pertenencias a los ricos para regalarlas a los pobres, y que usaba el bosque de Sherwwod para escabullirse de su enemigo, el alguacil de Nottingham.

Uno de los árboles más antiguo y conocido es Major Oak, cerca de Edwinstowe, el poblado donde según la leyenda, Robin se casó con la doncella Marion, dentro de la iglesia de Santa María.

Los historiadores creen que ese roble y otros de Sherwood eran árboles jóvenes en la época de Robin Hood 

Pero el árbol más famoso es el Roble Mayor, en Birkland. 
Se afirma que tiene 1000 años y es por  tanto anterior a la conquista de Gran Bretaña por los normandos; tiene un diámetro de 9 metros. Lord Alfred Tennyson visitó este roble, el siglo pasado, y en su poema Los leñadores lo utiliza como metáfora para referirse al Pequeño John; el poema habla de éste como «ese roble en cuyo follaje pueden ocultarse nueve hombres sin tocarse».

Había en la región riojana un hombre llamado Munio, a quién  su miseria le había obligado a convertirse en salteador de caminos. 

Un buen día que salió a rapiñar sorprendió a un labrador que se disponía a comenzar las labores del día. El ladrón iba a asaltarle cuando quedó estupefacto, al ver que el aldeano se arrodillaba y comenzaba a orar al Señor, para ofrecerle su trabajo diario. Ante este hecho tan imprevisible el bandido se enterneció y acercándose al orante cayó a sus pies, suplicándole perdón por su intención ya abortada y le rogó que le encomendase a Dios en sus oraciones.

Convertido Munio decidió retirarse a una cueva en las cercanías de Anguiano, y allí entregado a la penitencia halló consuelo junto con un sacerdote llamado Dominico. Cierta noche, Munio recibió por inspiración divina una revelación en la que se le manifestaba que en un valle cercano se hallaba escondida en un roble una imagen de la Virgen con Niño. Rapidamente se puso en camino junto con el sacerdote y efectivamente encontraron la escultura dentro de una arqueta, que fue escondida por un monje durante la invasión agarena. 

Con posterioridad y para seguir venerándola la colocaron en el hueco del viejo roble y se establecieron en una cueva, desde la que no perdía de vista tan preciado tesoro.

 Poco a poco se fue extendiendo esta devoción por toda la comarca riojana, y posteriormente se edificó un monasterio que acogió la imagen bajo la orden de los monjes de San Benito.